HERMOSA CELEBRACIÓN DE LA FIESTA DE SAN ANÍBAL CON TODA LA FAMILIA DEL ROGATE EN BURELA
La iglesia de Vila do Medio de Burela, con sus magníficas pinturas murales del siglo XV dentro del estilo gótico tardío, dio acogida el pasado sábado (1 de junio) a la celebración eucarística de la fiesta de San Aníbal María di Francia, fundador de la congregación de las Hijas del Divino Celo-Rogacionistas.
A la celebración, presidida por D. Óscar Santiago Sanmartín, párroco de la UPA Burela-Cervo-Cordido, asistió un gran número de personas. Los trabajadores de los Centros y Programas que la congregación tiene en A Mariña, muchos de los usuarios y familiares de estos, así como amigos y personas cercanas, todos ellos quisieron acompañar a las religiosas en esta fecha tan significativa: un primero de junio del año 1927, fallecía (y, por tanto, nacía a la vida eterna) el P. Aníbal María a la edad de 76 años, en la misma localidad italiana que lo había visto nacer, Messina.
En la monición de entrada de la Misa, la Hna. Martina Sendino animaba a los presentes a rogar al Señor, en esta Eucaristía en la fiesta litúrgica de San Aníbal, para que “nos ayude a participar de las dos grandes pasiones que movilizaron su vida: la oración constante por las vocaciones y el testimonio de la caridad-amor”. La Hna. Martina hacía hincapié en que el fundador de las Hijas del Divino Celo y de los Padres Rogacionistas les dejó encomendadas “la tarea de entregarnos con todas nuestras fuerzas para que la oración por las vocaciones fuera incesante y universal”.
Tanto las Lecturas de la celebración (con el profeta Ezequiel y su entrañable descripción de los rasgos del buen Pastor, animando a seguir sus pasos; y San Pablo, en la carta a los Romanos, recordando a Abraham, alentando a vivir con esperanza la fe), como también, las Preces fueron realizadas por miembros de esta gran familia del Rogate que constituyen religiosos y laicos, ya fueran usuarios, trabajadores o voluntarios de la entidad.
En su homilía, D. Óscar recordó diferentes avatares de la vida de San Aníbal María, así como la inmensa obra social realizada por el sacerdote italiano, partiendo de los versículos del Evangelio: “¡La mies es mucha, pero los obreros son pocos! Rogad pues al Dueño de la mies para que envíe obreros a su mies”. Esta constatación de Jesús apasionó a San Aníbal y supone un impulso para que todos actuemos de acuerdo a esta misión apostólica.
Ya en las Ofrendas, fueron llevados al altar, por parte de chicos y chicas de la obra social, la vela del Rogate, como “signo de tu presencia entre nosotros” y para que “nos ilumine para vivir con alegría nuestra llamada a trabajar sin descanso por el bien temporal y espiritual del prójimo”; la Guía de la Misión educativa “de nuestras obras sociales, que nos sirve de orientación para aplicar en la actualidad la dimensión educativa del carisma del Rogate”; un donativo para Cáritas, para colaborar en ayudar a quienes lo necesitan; una reliquia de San Aníbal, para que “nos siga acompañando en esta celebración eucarística”; y el pan y el vino, signos de Tu amor que se entrega por la humanidad y con los que “te presentamos el trabajo y la alegría de todos los hombres”.
Al término de la celebración, en la monición final, la Hna. Martina agradecía a todos su presencia y el compartir “con nosotras la alegría de esta fiesta y el carisma que nos dejó San Aníbal, que no es sólo para sus hijas e hijos espirituales, sino para la Iglesia, que somos todos los bautizados”. “Volvamos a nuestros hogares con la certeza de que la Eucaristía es para cada uno de nosotros la gran manifestación del amor de Jesús a la humanidad y que, como San Aníbal, encontremos en ella la fuerza y el motor de nuestra vida”.
El punto y final a la ceremonia, lo ponían todos los asistentes cantando el Himno a San Aníbal, que reproducimos a continuación:
1ª. Rebosantes de alegría / hoy venimos a cantar
la nobleza de una vida /consagrada a un ideal.
2ª. A los niños marginados / y a los huérfanos amó
con insólita ternura / y exquisito corazón.
3ª. Con los pobres se hizo pobre / pues con ellos compartió
su alimento, su vivienda / y su discriminación.
4ª. Su amor a la Eucaristía / fue el motor de su labor,
fue su fuerza, su alegría / Jesucristo, su Señor.
5ª. “Es la mies muy abundante / los obreros pocos son”,
son las palabras de Cristo / que inspiraron su misión.
6ª. Hoy Burela, San Aníbal / quiere tu ejemplo seguir:
entregados a tu Obra / orgullosos de servir.
(Estribillo)
SAN ANÍBAL GENEROSO /
DIO SU VIDA AL SEÑOR
Y AL SERVICIO DE LOS HOMBRES /
A JESÚS SIEMPRE IMITÓ. (Bis)