LA CRISIS DEL CORONAVIRUS SE CEBA CON LOS MENA: HACINADOS LOS INTERNOS Y EN LA CALLE LOS QUE SALEN
EL COORDINADOR DEL CENTRO DE BURELA PIDE QUE SE EMPRENDA UN PROCESO EXTRAORDINARIO DE REGULARIZACIÓN
La pandemia de coronavirus ha cuestionado muchas conductas preestablecidas, pero, por desgracia, algunas otras realidades, sobre todo las que afectan a los más vulnerables de la sociedad, permanecen enquistadas. Es lo que ocurre con los menores extranjeros no acompañados (MENA), muchos de los cuales permanecen internos en centros públicos en situación de hacinamiento. Algo que, si habitualmente ha generado situaciones de gran dificultad, ahora implica un riesgo máximo para su salud y para los de los profesionales que les acompañan.
La situación preocupa en espacios como el Centro de Menores San Aníbal, en la localidad gallega de Burela, gestionado por las Hijas del Divino Celo (Rogacionistas), donde ahora mismo hay un niño de 11 años y nueve chicos de entre 16 y 17 años. Al no haber ninguna directiva concreta del Gobierno sobre los centros de menores tutelados, se tienen que atener a las pautas sobre las familias numerosas. De ahí que solo pueden salir a dar un paseo tres menores por adulto, lo que supone un conflicto en la organización de la propia casa.
Menos burocracia
Ante ello, el coordinador del centro, Jesús Iglesias, señala que “nuestra petición es clara: que se emprenda un proceso extraordinario de regularización para los MENA. Muchos llevan conviviendo en nuestros centros muchos meses y cuentan con nuestros informes positivos de convivencia e integración para que se les conceda el permiso de residencia y trabajo”.
“No contar con ello –lamenta– afecta gravemente a su integración, pues no pueden acceder a la Formación Profesional Básica, a muchas acciones formativas con garantías de empleabilidad, a una asistencia sanitaria normalizada y a cosas tan simples como practicar algún deporte de base en algún club con actividades federadas”.
Momento idóneo
“Ahora –anima– es el momento; no tenemos efecto llamada, las fronteras están cerradas y, lo más importante, no podemos seguir exigiendo que estos menores tengan que obtener el pasaporte de su país de origen para iniciar los tramites de regularización. Sus derechos no se pueden cercenar por estar indocumentados y, menos, favorecer las mafias en los países de origen para que paguen por documentos tan simples como una partida de nacimiento”.
“De regularizarlos –concluye–, al menos un centenar de ellos podrían integrarse laboralmente en sectores que demandan mano de obra ya y urgente, como es el agroalimentario y el forestal. Eso permitirí hacer procesos de desinstitucionalización, con garantías de empleabilidad, y no crear usuarios de una red de servicios sociales ya desbordada en estos momentos”.
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NOTICIA PUBLICADA EN VIDA NUEVA DIGITAL, 9 MAYO 2020: https://www.vidanuevadigital.com/2020/05/09/la-crisis-del-coronavirus-se-ceba-con-los-mena-hacinados-los-internos-y-en-la-calle-los-que-salen/